El lugar es bonito y romántico, con los mejores crepes de la ciudad y un excelente servicio. Además, la actitud del personal es aún mejor.
En la terraza se puede disfrutar de la hermosa Antigua Guatemala mientras se degustan los deliciosos crepes.
Es un sabor que nunca se ha probado en Corea, pero algunos consideran que es demasiado dulce para su gusto.
Al haber poca gente, algunos consideran que el servicio podría mejorar. Sin embargo, el personal es amable y atento.
Hay un parqueo cercano, aunque costoso, que cobra Q.20.- la hora o fracción.